sábado, 20 de agosto de 2011

15

Este capítulo, a pesar de ser larguísimo, no tiene nada de especial, pero era para mostrar la forma de ser de Juliette antes de que le pasará, lo que le pasó xd y también es para dar pie al capítulo 16, que es bastante bonito:)
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Os quiero mucho<3




Eran las ocho de la tarde, de un sábado de junio, y en París, se debían de estar produciendo miles de situaciones distintas, para la gente, el tiempo pasaba, rápido, pero para nosotros no, nosotros estábamos tirados en el sofá de una casa alejada del ruido y del olor a croissants de París, a las fueras, observándonos, parando el tiempo de aquella tarde. Pero no entiendo porque, en lo mejores momentos siempre ahí algo que lo interrumpe.
-       Joder, el móvil otra vez- dije.
-       No lo cojas- me dijo Jhon- pero yo lo cogí, era Gabri, a parte el no me tenía porque decir que debía hacer.
*Conversación telefónica*
    - Dime Gabri.
    - ¿Interrumpo algo?
    - Nada importante- contesté para no hacerle sentir culpable- ¿Qué querías, amor?
   - Que hemos quedado para ir a tomar un helado o algo a la heladería nueva que han puesto justo en frente de casa de Margot, y luego supongo que iremos a cenar, ¿vienes?
  - Claro, ¿a qué hora?
  - A las ocho y media, voy a tu casa a las ocho y veinte, ¿vale?
  - Vale, me voy para allá, que estoy en casa de Jhon, luego te veo, adiós.
  - Adiós, te quiero.
*Cierre conversación telefónica*
-       ¿Dónde te vas?- preguntó Jhon.
-       A casa, a cambiarme, he quedado con las chicas y me tengo que duchar y todas esas cosas- dije sonriéndole
-       ¿Y por qué no te quedas aquí, y te duchas conmigo?- dijo metiéndome la mano por el costado del muslo, entre el bikini que todavía llevaba puesto.
-       Porque no- dije sacándole la mano, y con mal tono.
Me vestí rápido, cogí las cosas y me despedí de Jhon dándole un beso un tanto seco.
-       Luego te llamo- dijo chillando ya que yo ya había salido de su casa, y estaba abriendo la verja del jardín.
-       Esperaré tu llamada impaciente- le contesté a sabiendas de que no me llamaría.
Llegue a casa, no había nadie, asique subía mi cuarto a ducharme, pero antes encendí un momento el ordenador para ver el twitter, no tenía nada interesante. Espera, sí, un nuevo seguidor, Éric, le seguí de vuelta, y aproveché para cotillearle un poco, su foto era muy bonita, salía tan guapo, era tan guapo.
Apagué el ordenador, y me metí a la ducha. El agua parecía llevarse todas mis preocupaciones, salían de mi mente, se mezclaban entre el agua, resbalaban por mi bronceada piel, y se perdían por el desagüe hasta llegar a parar a Dios sabe dónde.
Salí de la ducha, me apoyé en el lavabo, con la cabeza agachada y la levanté lentamente, me quedé mirando a la nada unos minutos, con la mente en blanco, relajada, estaba feliz, a pesar de todo, no soportaba al idiota de Jhon, pero a la vez lo quería, un año es mucho tiempo.
Me vestí(http://www.polyvore.com/cgi/set?id=35874849&.locale=es), me peiné, y me pinté. En ese momento, escuché el ruido del timbre, cogí el móvil y bajé, ya que sabía que sería Gabrielle.
-       ¿Estás lista?- me preguntó.
-       Sí, lista y preparada para disfrutar de la vida- dije sonriente, ya que, sin motivo, o tal vez sí, radiaba de alegría.
Subimos en nuestras respectivas motos, y como de costumbre llegábamos tarde, y ahí estaban las demás, Briggite, Margot, Alexa y Nicole, esperándonos impacientes.
-       Ya era hora, guapas- dijo Nicole.
-       Lo bueno se hace esperar- dije bromeando, reímos.
-       ¿Dónde vas tu tan pija?- me dijo Margot.
-       Ya sabes como soy- dije y acto seguido reímos.
En aquellos tiempos, yo era una chica llena de vitalidad y de alegría, siempre sonriente, siempre feliz.
Pasamos una buena tarde, una buena noche. Era la una y media de la madrugada, estábamos en nuestro rincón, el lugar dónde nos gustaba evadirnos del mundo, dónde solo existíamos nosotras y dónde solo había lugar para las carcajadas.
-       Me apetece un porro, joder- dijo Margot.
-       Viciosa jajaja- le contestó Briggite, aunque a ella le apetecía tanto o más lo mismo, de hecho, nos apetecía a todas.
-       Hace mucho que no me fumo uno, realmente- contesté.
-       Y yo, ayer- dijo Margot divertida. Todas reímos. Que loca estaba Margot, vivía la vida al límite, totalmente. Siempre decía que tarde o temprano morimos, que qué más da, vivir antes que después, que tal vez mañana amaneciese muerta, y que tenía que vivir la vida. Salía con nosotras, pero luego también salía con otra clase de gente, tan… como ella. No es que las demás fuéramos unas santas, pero desde que sus padres murieron, había cambiado, nada le importaba. Vivía con su tía, y esta le dejaba hacer lo que quería.
-       ¿Nos fumamos uno?- preguntó Gabrielle.
-       Bueno, un día es un día- dijo Alexa.
Yo no tuve ganas, no lo hice.
El sonido de mi móvil, interrumpió la situación.
-       Joder, Julie, siempre te llaman a ti- dijo Briggite bromeando.
-       Soy una chica solicitada- dije y después reí- es mi madre- dije con cara de fastidio.
*Conexión telefónica*
-       Ven para casa, Julie.
-       Mamá, te recuerdo que no tengo hora.
-       Pero es que mañana vendrán Camille y Florián con sus hijos a comer, y no quiero que te levantes a las 2 de la tarde.
-       Esta bien, ya voy.
*Cierre conversación telefónica*
- ¿Qué pasa?- me preguntó Gabrielle.
-       Nada, que me tengo que ir, mañana os cuento, os quiero, putis, de verdad.
-       Ale, tira, abandónanos- dijo Alexa bromeando.
Me subí a la moto, el aire era frío, pero agradable, aquella noche parecía mágica, era uno de esas noches en las que el cielo es morado, y la luna es llena, noche en la que cientos de parejas estarían paseando su amor por las aceras de París; amor, cuando pensé en aquella palabra, no sé ni como ni por qué, me vino a la mente ese chico, Éric, mañana lo vería, luciendo su bonita sonrisa, sonriéndome. El trayecto hasta casa, lo pasé sin poder quitármelo de la cabeza- ¿Qué me pasa?- pensaba- yo quiero a Jhon- intentaba pensar. Llegué a casa, me tumbé en la cama, observé el techo, le faltaba algo, le faltaba encanto, le faltaba magia, le faltaba brillo, le faltaban estrellas, exacto, eso le faltaba a aquel techo, estrellas, observé el techo durante un minuto más y caí rendida víctima del sueño.

4 comentarios:

  1. puuf de verdad me encantaa eeeh,es preciosooooo :)
    SIGUIENTEE!! :D

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  2. Dios Esther,de verdad,me encanta tu blog,la historia es preciosa y encima escribes super bien.Espero el siguiente ;)
    Te quiere,Nuria :)

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