jueves, 7 de julio de 2011

3

La mañana pasó normal, tranquila, no ocurrió nada especial. La 13:59 mi Gucci parecía programado para que no pasara ese infernal minuto, por fin, las 14:00, la alarma sonó y guarde el libro de Castellano y mi estuche azul, desgastado por una renovación tardía, y pintarrajeado con millones de cosas. Cogí mi abrigo DKNY, y me puse mi mochila al cuello, ayudé a la tardona de Julie, la cual estaba sentada a mi lado, a recoger todos sus múltiples bártulos de encima del pupitre, y cuando estábamos a punto de salir por la puerta:

-       ¡Eh! vosotras, zorrones, ¿podrías esperar no? – era la voz de Briggite, una de nuestras mejores amigas.
-       ¿A ti? Jamás- le dije al mismo tiempo que le guiñaba el ojo.
Venía en compañía de Margot, Nicole y Colette, eran maravillosas, algunas por dentro, otras por fuera y otras por ambos sitios.
-       Es que nos queríamos escaquear de vosotras…- les dije bromeando.
-       Pues os ha salido el tiro por la culata- dijo Margot.
Todas reímos, éramos muy buenas amigas, aunque nuestro grupo, todavía estaba formado por más gente.
Margot: en una palabra: locura, es demasiado divertida, yo diría que a veces se pasa de divertida, también es arriesgada, y lanzada, y aunque no lo pueda parecer tiene un inmenso corazón. Briggite: es, ni siquiera se le puede describir, puede ser incordiante, te puede llamar puta en forma te cumplido, pero sé que siempre estará ahí, para lo que quiera. Nicole: la dulzura personificada, al principio puede parecer tan tímida que te preguntes si es muda, pero es preciosa, y una persona en la que siempre se pude confiar, pero no te la comas de vista cuando se suelta la melena… Colette es una bruta, una marimandona, una pegona, una enfado nica… una divertidísima amiga, una persona con un corazón de aquí a China, Colette es Colette…

*Juliette*

Gabrielle estaba hablando con Margot, Briggite y Colette, cuando entonces sentí una vocecita dulce detrás de mi oreja:
-       Eres un amor, ¿lo sabias? – era Nicole, luego me dio un beso y se puso a mi lado.
-       Tu también, le dije mientras le daba un beso mucho más fuerte.
-       En el recreo te he visto un poco de caída… pasa página, pequeña, te lo mereces.
Una lágrima salió desde mi ojo derecho, y me resbaló por toda la cara hasta esconderse por mi cuello.
-       Sabes que lo intento, también sabes que es difícil.
Me secó la lágrima con su dedo pulgar mientras salíamos por la puerta del colegio que estaba enfrente de nuestra parada de autobús. Nuestro colegio, Salvador Oreig, era un colegio privado, no es por presumir, pero era carísimo, y con un gran estatus social. Subimos al autobús que nos llevaría hasta casa, y yo seguía hablando con Nicole, le hice unas señas a Gabri, con la que siempre me sentaba, diciéndole que hoy iría con Nicole, asintió con la cabeza, y se sentó con Margot.
-       ¿Quieres?- me dijo mientras me ofrecía un auricular de ipod.
-       No te voy a hacer un desprecio así- dije sonriendo.
El autobús paró, como siempre en la parada de dos calles más debajo de mi casa. Me quité los auriculares, le di un beso a Nicole, y les mandé otro a las demás, excepto a Gabrielle, que esperé a que bajara conmigo, ya que vive dos calles hacia la izquierda de dónde yo vivo. Charlábamos, mientras transcurrían esas dos calles hasta llegar a la esquina de mi casa.
-       Gabrielle, te quiero, gracias por estar ahí siempre.
-       Y siempre que estaré, ¡Ah! Yo te quiero más.
Sonreímos y nos dimos un beso.
-       Cuando termine de comer te llamo- me dijo
-       Of course!
Me di media vuelta, y caminé hasta llegar a la puerta de mi casa.

3 comentarios:

  1. escribes de maravilla, enserio pareces profesional, tu te tienes que dedicar a esto, se te da muy bien, sube el siguiente:)

    ResponderEliminar